Bronn tiene ciertos paralelismos con Meñique, y creo que por eso está en el Consejo. Como Petyr, Bronn empezó siendo un tipo sin importancia, quien se forjó su camino mediante vender su erecta espada y, más tarde, hacer alianzas con personajes claves. Hasta extorsionando a algunos (como creo que es la idea de su ida a Invernalia) para obtener títulos y tierras. En resumen, que se forró y además tiene poder e influencias suficientes para ser nombrado asesor de un Rey sin pene y distraído. Por último, como Meñique, creo que Bronn está destinado a ser "lo mismo de siempre", un actor más del Juego de Tronos.
Brienne... Creo que se quiso hacer otro paralelismo con Dunk de los cuentos de Martin, un caballero errante que llegó a ser Lord Comandante. Por mí, que Brienne hubiera llevado el camino contrario: rechazar el poder (más aún cuando venía de una fuente corrupta como la de Bran y sus ineptos) y lanzarse a los caminos, a solucionar entuertos como caballero errante. En este caso, creo que la producción quiso ponerla ahí porque... No había otra opción y se veía bonitu. Finalmente, la mujer más fuerte de Poniente tuvo su final Disney. ¿Recuerdan cuando Brienne lucha por ser parte de la Guardia Real de Renly? Esa era la Brienne primera fase. Entonces ella era más ingenua que ahora; y ahora... vuelve a lo mismo. Final flojo, regresivo y Disney.
Lo de Samwell es una ridiculez y ya lo dije en otra parte. Puro fan service del más rasca.
El problema con Sam es que, según mi juicio, los productores tenían dos caminos cuando en la trama se enfrentan Sam y Gilly: seguir el deber pese y contra todo, que tan maravillosamente nos mostró Aemon (el mentor de Sam), o sencillamente deslizar a Sam por una curva fan service que lo dejó padre de familia y Gran MAestre. La escena final demuestra lo segundo.
Larga vida a Brandon I el roticuaco.